Los principios de la Cata
Un ritual en los que los catadores olfatean, remueven y
escupen y que no es tan sólo una ostentación de profesionalismo, sino el arte
de la apreciación de un vino.
Pero vayamos por pasos ante la cata de nuestro vino.
Llenemos la copa 1/3 de su capacidad, observemos el vino primero por sus
colores a contra luz en su borde. Teneis que recordar que los vinos viejos,
oscurecen en el borde más que los tempranillos.
Ya hemos hecho un primer paso de cata, ahora toca agitar con
energía la copa ya que necesitamos sacar los aromas que llevan los componentes
de nuestro vino. Acerca la copa a la cara más o menos 45º y con tu nariz en la
boca de la copa huele el vino. No lo
hagas muchas veces ya que nuestro olfato neutralizará los olores en un momento
dado y el proceso ya no tendrá validez.
Con esta experiencia vas a poder identificar orígenes y
elaboración del mismo.
Pasamos a la etapa más comprometida que es el gusto y para
ello vamos a introducir una pequeña cantidad del mismo en la boca. Si meteis un
poco de aire, vais a potenciar aún más el poder percibir el gusto.
La valoración del gusto la hacemos del siguiente modo:
- La
punta de la lengua recibe el dulzor
- Un
poquito más hacia atrás notaremos lo salado
- A
los lados de la lengua notaremos el sabor agrio
- Detrás
del todo este espacio de la lengua, notaremos lo amargo del vino.
Toda una lección de anatomía, pero este es el arte de la
cata. Prueba a respirar por la nariz y verás cómo notáis un aroma más intenso, muy similar al procedimiento
anterior que hemos hecho de llenarnos
por nuestra boca de un poco de
aire.
Ya se ha realizado la cata, sólo falta escupir el vino
y cerramos la valoración.
A tener presente varios elementos importantes en una cata:
- Sequedad
y dulzor del vino
- Acidez
- Tanino,
que lo observareis con el espesor de los vinos jóvenes y suaves en los
vinos envejecidos.
- Roble,
según barricas
- Frutas
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